La historia de Corgi comienza en 1932, cuando el fabricante de juguetes Philip Ullmann emigró de Alemania al Reino Unido. Ullmann ya contaba con más de dos décadas de experiencia en la industria juguetera y, poco después de llegar a Reino Unido, fundó la empresa Mettoy Company de Northampton, que comenzó a producir una gama de juguetes de hojalata.
Junto con los inicios de Ullmann en Reino Unido, el fabricante rival de juguetes Meccano Ltd. propiedad de Frank Hornby, empezó a lanzar modelos de coches de metal fundido a presión más pequeños, bajo el nombre de Dinky Toys. Los juguetes a menor escala resultaron muy populares y, tras una pausa en la producción de juguetes para ambas empresas durante la Segunda Guerra Mundial, el mercado empezó a crecer con la llegada de Matchbox Toys en 1953. El equipo de Mettoy se dio cuenta de que, para captar una buena parte de este mercado en constante crecimiento, tendría que crear una nueva línea de juguetes con un nombre de marca más exclusivo y llamativo. En 1955, de una lista de setenta nombres diferentes, se eligió el icónico «Corgi», que debe su nombre al perro galés.
En 1979, como parte de su línea Corgi Juniors de vehículos de juguete de fundición a presión, se lanzó al mercado una serie de vehículos con vínculos directos con varios superhéroes populares de DC Comics. Los coches de 7 cm se diseñaron para que fueran asequibles y al mismo tiempo conservaran el nivel de detalle que caracterizaba a la marca. De Superman tenemos un camión y un helicóptero del Daily Planet, una furgoneta metalizada, un coche de la policía de Metrópolis y el Supermóvil aparecido en Action Comics No. 481, y que fue creado como un complemento promocional para esta línea de juguetes,
El coche de policía y el helicóptero tienen motivos vistos en la película del 78.