Digamos que me he convertido en un coleccionista de vivencias, de vivencias kryptonianas mejor dicho. Bromas a parte, el pasado fin de semana lo pasé en París por dos motivos: el primero era porque me apetecía volver a ir tras casi 20 años, y el segundo es el porqué de esta entrada. Pinchad en leer más para poder ver toda la reseña.