La reacción ante la película fue muy entusiasta, con muchos elogios para Christopher Reeve por su interpretación tanto de Superman como del torpe Clark Kent. Los efectos visuales también fueron laureados, los cuales se alejaban muchísimo de las producciones anteriores de género similar. Superman: The Movie se ha considerado una de las mejores películas de superhéroes jamás realizadas, recaudando casi 300 millones de dólares (costó 55), y que hoy en día sigue ingresando dinero gracias al formato doméstico y a la numerosa mercadotecnia. La gente todavía sigue teniéndola presente, incluidos miembros relevantes de la industria del cómic como Geoff Johns, e incluso magnates del cine como Kevin Feige. Fue el primer éxito de taquilla de superhéroes y el punto de referencia para las películas de cómics venideras. Superman influyó en generaciones de cineastas, y desde entonces ha sido la piedra angular de todos los programas de televisión y largometrajes sobre el Hombre de Acero. Y, sin embargo, ninguno de ellos ha igualado la magia pura y edificante de Superman: The Movie. Para mí, nacido en 1989 y que no viví el estreno en cines, con mucho la considero mi película favorita. Pero cuarenta y cinco años después ¿Cómo se mantiene en lo más alto del género?
Las personas que construyeron el mundo de Superman tenían
que creer en él y, a su vez, las audiencias que vieron al icónico héroe de DC
tomar vuelo en su primer largometraje, debían compartir esa creencia. Donner
sabía en su interior que, al vincular este personaje extraordinario a nuestra
realidad ordinaria, el público miraría más allá de los calzones rojos, y
realmente se adentraría en la historia de un extraterrestre que hace todo lo
posible para protegernos. Pero lo que Donner probablemente no sabía, o podría
haber predicho, era cómo el compromiso de él y su equipo con ese enfoque
narrativo cambiaría para siempre la forma en que vemos las películas basadas en
cómics. Superman significaba convencer al público de que las
películas de superhéroes valían realmente la pena, presentando al mito moderno de manera sofisticada y romántica para los
adultos, a la vez que emociona a los niños con hazañas imposibles y su
dedicación para hacer siempre el bien. Este Superman no está en conflicto ni
atormentado, no cuestiona su propósito o misión encomendada por su padre
biológico: ser la luz que nos muestre el camino.
La consecuencia directa de su éxito fueron las
secuelas Superman II, Superman III y Superman
IV: En Busca de la Paz, e incluso Supergirl (producción
derivada de la saga) ¡Ah! Y la publicación
de la versión de Donner de Superman II en 2006. El
despido injustificado de Richard Donner, hizo que la fuerza de este Superman
fuera disminuyendo conforme avanzaba la saga. Pero por mucho que Ilya Salkind y
Pierre Spengler intentaran dejar en el olvido a Donner, era imposible parar el
legado de su visión del personaje: el Donnerverse. Superman II funcionó bien, pero no lo suficiente como
para destronar a la primera, que se mantuvo superior en términos creativos,
comerciales e impacto cultural. Las otras dos secuelas y Supergirl se desplomaron en calidad. Con Superman IV se puso fin al mandato de Christopher
Reeve como el Hombre de Acero. Los Salkind intentaron recuperar la gloria de
Donner con una serie de televisión de la década de los 90 sobre Superboy, pero no dieron en el blanco.
El Supefestival fue un evento celebrado en
el cine Rex de Barcelona, entre junio y agosto de 1984, en el que se
proyectaron las tres primeras películas.
A lo largo de los años hemos visto cómo la estética y el estilo vistos en la saga de Reeve, se han implantado en los cómics y en muchos otros productos audiovisuales: Smallville (2001-2011), Superman Returns (2006) o Superman y Lois (2021-2024). No sólo cambió las películas de superhéroes para siempre, también al Superman de los cómics. Pocos años después de que el largometraje rompiera récords, DC reinició toda su línea de cómics con la serie de eventos Crisis en Tierras Infinitas. El artista y escritor John Byrne, renovó el personaje con un enfoque de regreso a lo básico, se deshizo de muchos aspectos que se habían acumulado en torno a la mitología del Último Hijo de Krypton, como las mascotas con superpoderes. Cuando Byrne revitalizó al icónico héroe, tomó varios ejemplos de Superman. Desde entonces ha sido un goteo constante la aparición de elementos del Donnerverse en los cómics. Cabe resaltar la llegada en 2008 de Richard Donner a los tebeos con la historia Last Son, en la que se incluyeron todo tipo de referencias y personajes de las dos primeras películas de la saga. Piezas clave para el devenir de los sucesos ocurridos años después en las aventuras del personaje. Lo último que hemos podido tener de este Superman está en la saga comiquera Superman ’78 de Robert Venditti, una historia ubicada entre Superman II y III.
Este film se ha
convertido en todo un icono de la cultura pop. Se menciona en
numerosas series y películas, alejadas o no del ámbito de los superhéroes. Unos
ejemplos de ello serían Entrevista con el vampiro (1994) y en
el episodio 7 de la serie The Flash (1990-1991).
El que se siga hablando del Superman de Reeve implica que durante todos estos años se hayan seguido comercializando numerosos productos de la película. Pero «al César lo que es del César», no habría nueva mercadotecnia, ni se seguiría hablando de esta visión de Superman, si no es gracias a los seguidores que pudieron ver la película o alguna de sus secuelas en el cine, o que se engancharon al Donnerverse a través de las cintas de vídeo varios años después. A lo largo de estos cuarenta y cinco años, los fans no hemos dejado de divulgar y participar en eventos que sirven para mantener viva la llama que se encendió con Superman: The Movie.