jueves, 9 de octubre de 2025

La colección de Playmobil y Kinder Sorpresa

En 1974 la compañía alemana Geobra Brandstätter revolucionó el mundo del juguete con el lanzamiento de Playmobil. Aquellos muñecos de siete centímetros y medio, sencillos en formas pero llenos de posibilidades, se convirtieron rápidamente en un éxito internacional. Poco después llegaron a España bajo fabricación y distribución de Famosa, que los comercializó con el nombre de Famobil. Fue en los ochenta cuando empezaron a adoptar de forma definitiva la marca Playmobil, tal y como hoy la conocemos.

Mientras tanto, la firma barcelonesa Comansi quiso sumarse a esa fiebre con sus Coman Boys. Más baratos y con mayor movilidad en codos y rodillas, se hicieron populares en los quioscos, donde se vendían en bolsitas colgadas junto a cromos y chucherías. Su catálogo abarcó desde policías y bomberos hasta futbolistas y vaqueros. En 1979 apareció una sorpresa especial: un Coman Boys de Superman. No se distribuía suelto, sino dentro de un juego de mesa editado por Papirots. Coincidía con la época en que la película de Christopher Reeve triunfaba en cines, y terminó convirtiéndose en una rareza muy buscada por coleccionistas.

Hoy la situación es muy distinta. Los superhéroes han entrado de lleno en el universo Playmobil gracias a la colaboración con el Grupo Ferrero, que los incluye en sus huevos Kinder.



La colección de DC Comics presenta a Superman, Batman, Wonder Woman, etc. en versiones reducidas para el formato clásico y algo mayores en los huevos maxi, adaptando así a los héroes más populares al ritual del chocolate sorpresa y acercándolos a una nueva generación de niños.


Imagen comparativa con un click de tamaño normal.

martes, 7 de octubre de 2025

La pobre experiencia de Superman en Madrid

Con motivo del estreno en HBO Max de la nueva película Superman de James Gunn, el Espacio Movistar de Gran Vía, en Madrid, acogió una pequeña exposición dedicada al kryptoniano. La promoción la describía como una «experiencia inmersiva», aunque lo que me he encontrado esta tarde ha sido algo mucho más sencillo: un montaje breve, sin el peso ni la emoción que uno espera al hablar de Superman.

El espacio recreaba la redacción del Daily Planet, con mesas, tipografía clásica y una gran pantalla donde se proyectaba el tráiler de la película. Al fondo, una figura de tamaño real de Superman acompañado por Krypto servía como principal reclamo para las fotos, junto a un kiosco que exponía varios ejemplares del periódico. El ambiente era agradable, pero en conjunto la exposición dejaba una sensación de inmediatez: más decorado que contenido, más escaparate que homenaje.




Lo más llamativo era el periódico ficticio del Daily Planet, impreso a propósito para la ocasión. En otros países se entregaba como recuerdo; en Madrid, sin embargo, no se permitía coger ninguno, un detalle que resume bien el enfoque de la muestra: visual, rápido y sin demasiado fondo. Y quizá por eso la comparación resulta inevitable...

En 2013, con el estreno de Man of Steel, El Corte Inglés de Preciados montó una exposición con trajes originales de la película, utilería y material de rodaje, incluido el uniforme que Henry Cavill llevó en pantalla. Años después, con Batman v. Superman: El Amanecer de la Justicia, la Plaza de Colón se llenó de fans para ver los trajes de Superman, Batman y Wonder Woman en una instalación que sí respiraba la magnitud del mito. Aquellos montajes se sentían como verdaderas celebraciones, pensadas para emocionar al fan y transmitir el legado cinematográfico del personaje. En comparación, lo del Espacio Movistar parece casi anecdótico. Pero aun así, hay algo conmovedor en ver el emblema del héroe brillar otra vez en el corazón de Madrid.

domingo, 5 de octubre de 2025

La antigua ventana en 3D al mundo de Superman

Hablar del View-Master es hacerlo de un objeto que forma parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Pequeño, duradero, accesible y cargado de nostalgia, este visor de imágenes en 3D logró convertirse en un icono cultural desde su nacimiento en 1939. Su origen se remonta a Oregón, cuando Harold Graves, presidente de Sawyer’s Photographic Services, conoció al ingeniero William Gruber. Éste había diseñado un sistema con dos cámaras para captar fotografías estereoscópicas en color gracias al recién lanzado Kodachrome de Kodak. Ambos unieron fuerzas y lanzaron el que sería el primer visor 3D a color del mundo: el View-Master. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército estadounidense lo usó para entrenar a soldados en reconocimiento de barcos y ángulos de tiro. Sin embargo, pronto dejó de ser un dispositivo educativo para adultos y se convirtió en un juguete, especialmente tras la adquisición de Tru-Vue en 1951, lo que dio a Sawyer’s los derechos de Disney. Desde entonces, personajes animados, parques temáticos, películas y series de televisión pasaron a poblar sus carretes. 

En los años 70 y 80, el View-Master alcanzó su máxima popularidad. Y en ese contexto también Superman se asomó a sus discos. La saga cinematográfica protagonizada por Christopher Reeve tuvo su reflejo en esta forma de merchandising, con carretes dedicados a Superman: The Movie (1978), Superman II (1980) y Superman III (1983). Ver en 3D el vuelo sobre Metrópolis, la batalla contra Zod, Ursa y Non o el mítico enfrentamiento contra su lado oscuro en la tercera película era toda una experiencia inmersiva para los fans, que podían revivir en casa las escenas más impactantes del cine. Estos carretes no sólo eran juguetes: hoy son piezas de coleccionismo muy buscadas, ya que representan la fusión perfecta entre la cultura pop y la tecnología de entretenimiento de su tiempo.



jueves, 2 de octubre de 2025

El (casi) Renacer de Superman

Tras el fracaso de Superman IV en 1987, el productor Ilya Salkind planeó el intentar mantener viva la saga con un nuevo proyecto: Superman Reborn. El guion, escrito por Cary Bates y Mark Jones, nunca llegó a rodarse, pero sobrevive como testimonio de lo que pudo haber sido la quinta entrega del Superman de Christopher Reeve.


La historia arranca en el espacio, con la presentación de Brainiac. A bordo de una nave gigantesca y acompañado por su criado Cosmo, se muestra como un ser frío y obsesionado con las transmisiones de televisión de la Tierra. Desde el principio declara su propósito sin ambages: «Metrópolis será mía… una ciudad en una botella, como todas las demás». Con esta frase, el guion introduce la amenaza central: la reducción de la ciudad y su incorporación a la colección de urbes embotelladas de Brainiac, un eco directo del concepto de Kandor en los cómics.

Mientras tanto, en el Daily Planet vemos a Lois, Perry y Jimmy en escenas cotidianas que contrastan con la magnitud de la amenaza. El ataque llega sin tregua: Brainiac encierra Metrópolis en una cúpula de cristal y la miniaturiza, atrapando a todos sus habitantes. Superman acude al combate, pero la lucha se resuelve de forma brutal. Brainiac lo fulmina con un rayo, y la narración describe la caída de su manto: «La capa ondea en el suelo… vacía». Los ciudadanos, atrapados en miniatura, celebran un funeral simbólico en su honor, convencidos de que el héroe ha muerto. En realidad, Superman no ha desaparecido por completo: su esencia ha sido enviada a la Zona Fantasma. Allí el guion lo muestra en un estado de vacío y desesperanza, un limbo entre la vida y la muerte. Es en este entorno donde se escucha su promesa: «Lois… Te oigo… Volveré». Esta línea concentra la dimensión mesiánica de la trama, con Superman enfrentándose a la tentación de rendirse y hallando fuerzas en su vínculo con Lois y con la humanidad.

Imagen generada con ChatGPT.

Brainiac decide perfeccionar su plan transfiriendo su conciencia a un cuerpo humanoide. El resultado es inestable: su mente, corrompida por los programas de televisión que ha absorbido, lo hace recitar frases al azar en medio de su discurso. Lois se convierte en el centro de su obsesión, y su criado Cosmo termina rebelándose y sacrificándose para dar a Superman la oportunidad de regresar. El clímax muestra al Hombre de Acero resucitado, enfrentándose de nuevo a Brainiac y restaurando Metrópolis a su tamaño original. El guion concluye con un gesto inconfundible: Superman vuela sobre la ciudad y asciende hacia el espacio, cerrando con la imagen icónica inmortalizada por Christopher Reeve, el héroe mirando a cámara antes de desaparecer en el firmamento.

Sin embargo, el destino jugó en contra. En 1992 Warner Bros. consolidó sus derechos sobre el personaje, apartó definitivamente a los Salkind y desechó la idea. El guion quedó relegado a un cajón, y lo que pudo haber sido el renacer del Superman de Reeve quedó como una oportunidad perdida. El título Superman Reborn sobreviviría como mera etiqueta en borradores y reescrituras, hasta evolucionar hacia lo que acabaría siendo el abortado Superman Lives de Tim Burton en los noventa. Aun así, Christopher Reeve nunca descartó volver. En 1994, durante la convención Dixie Trek en Atlanta, declaró con absoluta claridad: «Yo habría hecho Superman V si me hubieran mostrado un guion brillante y un compromiso de gastar, en dólares actuales, el mismo tipo de dinero que se invirtió en el talento que tuvimos en Superman: The Movie Habría sido la primera persona en firmar. En ausencia de eso, pensé que era mejor quedarme en casa, y eso fue lo que pasó.» Estas palabras resumen lo que pudo haber sido Superman Reborn, la última gran oportunidad de ver al Superman de Christopher Reeve en todo su esplendor.


Superman Reborn revela la intención de dar un nuevo aire a la saga tras el desgaste de las entregas anteriores: un villano cósmico, una Metrópolis reducida al estilo Kandor, la muerte y resurrección de Superman, y un final fiel al legado de Reeve. Décadas más tarde, el cómic Superman ’78 (2021) retomaría la misma idea central de Brainiac embotellando Metrópolis, demostrando que incluso un guion descartado puede dejar semillas que florecen con el tiempo.

En enero de 2025, casi cuatro décadas después de que quedara guardado en un cajón, Superman Reborn volvió a cobrar vida en Hollywood. El día 13 se celebró la premiere mundial de una lectura dramatizada del primer borrador del guion, el mismo que había aprobado Ilya Salkind junto a Cary Bates y Mark Jones, diferente del tercer borrador que circuló años atrás en internet. Podéis descargar el vídeo del evento completo y subtitulado en español —cortesía de Rafael Rojas, seguidor del blog, a través de este enlace.




El evento contó con un reparto de actores encabezado por Jonathan Cahill como Clark/Superman, Kenna Roubicek como Lois Lane y Jamal Henderson en el papel de Brainiac, además de la participación de Ilya Salkind y Mark Jones en un preguntas y respuestas posterior. La iniciativa, asociada a la Christopher & Dana Reeve Foundation, no solo recuperó un fragmento perdido de la saga, sino que rindió homenaje a la memoria de Christopher Reeve y a la etapa cinematográfica que definió a Superman para toda una generación.

jueves, 18 de septiembre de 2025

La capa infantil promocional de Superman IV

En 1988, con motivo del lanzamiento en vídeo de Superman IV en Francia, la distribuidora Vestron Video International ofreció como obsequio una singular capa para niños. Se entregaba junto a la cinta en formato doméstico y permitía que, los más pequeños se sintieran como el Hombre de Acero mientras veían la aventura en casa. 

El diseño resulta especialmente llamativo porque en lugar del clásico emblema, aparece una ilustración de Superman y Nuclear Man, obra del artista francés Michel Landi, conocido por sus carteles cinematográficos de los setenta y ochenta. En la parte inferior figuran los logotipos de Cannon y Vestron, lo que subraya su carácter promocional. Estamos ante un artículo efímero y difícil de encontrar hoy en día, ya que estaba pensado para jugar y la mayoría no sobrevivió al paso del tiempo. Más allá de su sencillez, es un pedazo de la historia de la saga y un buen ejemplo de cómo incluso Superman IV, pese a su fría acogida en cines, intentó ganarse un espacio en la era dorada del VHS.