En 1974 la compañía alemana Geobra Brandstätter revolucionó el mundo del juguete con el lanzamiento de Playmobil. Aquellos muñecos de siete centímetros y medio, sencillos en formas pero llenos de posibilidades, se convirtieron rápidamente en un éxito internacional. Poco después llegaron a España bajo fabricación y distribución de Famosa, que los comercializó con el nombre de Famobil. Fue en los ochenta cuando empezaron a adoptar de forma definitiva la marca Playmobil, tal y como hoy la conocemos.
Mientras tanto, la firma barcelonesa Comansi quiso sumarse a esa fiebre con sus Coman Boys. Más baratos y con mayor movilidad en codos y rodillas, se hicieron populares en los quioscos, donde se vendían en bolsitas colgadas junto a cromos y chucherías. Su catálogo abarcó desde policías y bomberos hasta futbolistas y vaqueros. En 1979 apareció una sorpresa especial: un Coman Boys de Superman. No se distribuía suelto, sino dentro de un juego de mesa editado por Papirots. Coincidía con la época en que la película de Christopher Reeve triunfaba en cines, y terminó convirtiéndose en una rareza muy buscada por coleccionistas.
Hoy la situación es muy distinta. Los superhéroes han entrado de lleno en el universo Playmobil gracias a la colaboración con el Grupo Ferrero, que los incluye en sus huevos Kinder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario