domingo, 5 de octubre de 2025

La antigua ventana en 3D al mundo de Superman

Hablar del View-Master es hacerlo de un objeto que forma parte de la memoria colectiva de varias generaciones. Pequeño, duradero, accesible y cargado de nostalgia, este visor de imágenes en 3D logró convertirse en un icono cultural desde su nacimiento en 1939. Su origen se remonta a Oregón, cuando Harold Graves, presidente de Sawyer’s Photographic Services, conoció al ingeniero William Gruber. Éste había diseñado un sistema con dos cámaras para captar fotografías estereoscópicas en color gracias al recién lanzado Kodachrome de Kodak. Ambos unieron fuerzas y lanzaron el que sería el primer visor 3D a color del mundo: el View-Master. Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército estadounidense lo usó para entrenar a soldados en reconocimiento de barcos y ángulos de tiro. Sin embargo, pronto dejó de ser un dispositivo educativo para adultos y se convirtió en un juguete, especialmente tras la adquisición de Tru-Vue en 1951, lo que dio a Sawyer’s los derechos de Disney. Desde entonces, personajes animados, parques temáticos, películas y series de televisión pasaron a poblar sus carretes. 

En los años 70 y 80, el View-Master alcanzó su máxima popularidad. Y en ese contexto también Superman se asomó a sus discos. La saga cinematográfica protagonizada por Christopher Reeve tuvo su reflejo en esta forma de merchandising, con carretes dedicados a Superman: The Movie (1978), Superman II (1980) y Superman III (1983). Ver en 3D el vuelo sobre Metrópolis, la batalla contra Zod, Ursa y Non o el mítico enfrentamiento contra su lado oscuro en la tercera película era toda una experiencia inmersiva para los fans, que podían revivir en casa las escenas más impactantes del cine. Estos carretes no sólo eran juguetes: hoy son piezas de coleccionismo muy buscadas, ya que representan la fusión perfecta entre la cultura pop y la tecnología de entretenimiento de su tiempo.



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