martes, 3 de junio de 2025

«Aún creerás que un hombre puede volar», mi libro sobre la creación de Superman: The Movie

Ésta es la publicación número 500 desde la apertura del blog, y quiero celebrarlo con una buena noticia. Somos muchos los que nos hicimos seguidores del Hombre de Acero gracias a Superman: The Movie, un largometraje que multiplicó el atractivo universal del personaje y que, desde 1938, ha sido un símbolo que atraviesa generaciones. Nada más publicar Superman: Proyecto Calzones Rojos, el libro que reúne el mejor contenido de este blog, me puse a redactar Aún creerás que un hombre puede volar, un homenaje a Superman: The Movie, mi película favorita de Superman. Han pasado más de dos años desde que lo terminé pero, por fin puedo anunciar que la guía definitiva sobre la primera película de Superman es una realidad.

Me considero un mitómano que lleva unas tres décadas recopilando información sobre este largometraje protagonizado por Christopher Reeve. Con esta publicación de The Force Books, he querido documentar con rigor y cariño la realización de esta icónica producción. Concebido como una guía visual, el libro recopila una vasta selección de imágenes y material detrás de cámaras, con especial atención al trabajo de Richard Donner y al impacto cultural de su obra.

En este proceso quise contar con otros grandes seguidores del personaje, haciéndoles partícipes de esta publicación, aunque fuera con pequeñas aportaciones. Juan Carlos Hernández, Javier Lagar, Joaquín Hernández, Sebastián Colombo y muchos otros han dejado su huella en estas páginas. Incluso el muy estimado Mariano Bayona me cedió un texto completo que escribió en 1988, y que se ha usado como prólogo. Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a todos ellos por su cercanía y generosidad.

Este libro es un punto y aparte como seguidor de Superman. Es muy poco probable que me embarque en una aventura similar, pero siempre seguiré presente en este blog compartiendo con vosotros mi afición.

El libro lo podéis adquirir directamente desde la web de la editorial.

domingo, 1 de junio de 2025

Cuando los superhéroes venían con merienda

En 2006, la marca española de pastelitos Phoskitos lanzó una promoción que hoy en día se ha convertido en una pieza de culto entre los coleccionistas nostálgicos: una colección exclusiva de mini figuras de PVC inspiradas en la serie animada Justice League de Bruce Timm.

Esta colección, distribuida como regalo sorpresa en los pastelitos, constaba de seis figuras: Superman, Batman, Wonder Woman, Flash, Hawkgirl y Gorilla Grodd. Los cinco primeros representan a los miembros más icónicos del equipo, pero resulta llamativo —e incluso desconcertante— que en lugar de incluir a Linterna Verde (John Stewart) o Detective Marciano (J'onn J'onzz), quienes sí formaban parte del grupo principal en la serie, se optara por Gorilla Grodd, un villano recurrente pero claramente fuera del núcleo heroico. Aunque Grodd tiene cierta relevancia dentro de DC Comics como líder de la Sociedad Secreta y enemigo clásico de Flash, su inclusión en esta colección infantil en detrimento de los protagonistas como Stewart o J'onzz sigue siendo una elección extraña y difícil de justificar desde el punto de vista de fidelidad a la serie.

Las figuras venían precintadas individualmente, y algunas incluían tarjetas coleccionables que añadían valor a la experiencia. Fabricadas en PVC duro, eran resistentes al uso infantil pero también resultaban atractivas para los coleccionistas adultos. Hoy en día, estas figuras pueden encontrarse en plataformas de compraventa como Todocoleccion o eBay, donde su precio varía entre los 3 y 8 euros por unidad, dependiendo del personaje y del estado de conservación. Conseguir la colección completa precintada supone un reto moderado y muy gratificante para los aficionados al coleccionismo de productos promocionales de principios de los 2000. Más allá de su valor comercial, estas figuras representan un vínculo emocional con una etapa muy concreta de la infancia, en la que los superhéroes no sólo eran personajes de acción, sino símbolos de justicia, valentía y compañerismo. La colección de Phoskitos de 2006 no fue simplemente un reclamo de marketing: fue, y sigue siendo, una cápsula de nostalgia con forma de mini figura.