jueves, 17 de febrero de 2022

Resumen y opinión de Superman Returns, el regreso más esperado

El pasado 10 de febrero, dentro de la exposición dedicada a Superman en Fuenlabrada, se proyectó la una versión extendida de Superman Returns. Fue la excusa perfecta para revisitar una película que, estrenada en 2006, marcó el esperado retorno del Hombre de Acero a la gran pantalla tras diecinueve años de ausencia.


La cinta dirigida por Bryan Singer, se abre con la voz de Jor-El interpretada por Marlon Brando recordándole a su hijo la misión que lo aguarda en la Tierra. Tras los créditos iniciales con el tema de John Williams, dirigidos por John Ottman, queda evidencia la intención: continuar el legado de Richard Donner.



Se rodó principalmente en Australia, donde Warner Bros. montó una producción enorme en los Fox Studios de Sydney (los mismos donde se grabó The Matrix). Allí se construyeron decorados gigantescos como el Daily Planet, la mansión de Lex Luthor y la Fortaleza de la Soledad. Además de los estudios, se hicieron rodajes en exteriores en Nueva Gales del Sur, sobre todo en la bahía de Sydney y alrededores, con algunos escenarios que se transformaron digitalmente para recrear Metrópolis.



Stephan Bender interpreta al joven Clark.

Superman (Brandon Routh) vuelve después de seis años en el espacio, investigando los restos de Krypton. En su ausencia, Lois Lane (Kate Bosworth) ha rehecho su vida junto al sobrino de Perry (Frank Langella), Richard White (James Marsden), y es madre de Jason (Tristan Lake Leabu). El regreso del héroe no sólo remueve el corazón de Lois, sino que plantea un dilema moral y emocional: cómo recuperar un lugar en un mundo que ha seguido adelante sin él.





Sam Huntington interpreta al fotógrafo Jimmy Olsen.

Mientras tanto, Lex Luthor (Kevin Spacey), recién liberado y enriquecido gracias a una herencia en la que incluso aparece Noel Neill como cameo, trama un plan tan desmesurado como cruel: crear un nuevo continente con cristales kryptonianos y kryptonita, hundiendo territorios habitados y vengándose de Superman.


La película despliega escenas memorables como el rescate del avión en pleno estadio de béisbol, la bala que rebota en su ojo o el titánico esfuerzo final levantando el continente de kryptonita. Todo envuelto en un ritmo contemplativo, más cercano a la reverencia que a la acción frenética. El reparto funciona a la perfección: Kevin Spacey es un Luthor irónico y despiadado, Kate Bosworth aporta ternura y contradicción a Lois, James Marsden sorprende con un Richard noble y valeroso, Tristan Lake Leabu añade frescura como Jason y Brandon Routh no interpreta a Superman, lo encarna. Su homenaje a Christopher Reeve es evidente tanto en la solemnidad del héroe como en la torpeza entrañable de Clark Kent. El final, con Routh sonriendo a cámara desde el espacio, es un guiño directo al legado clásico que tanto amo.




Superman Returns se entiende mejor dentro de un contexto temporal alternativo. Es una especie de secuela espiritual de Superman: The Movie, pero sin seguir los acontecimientos de Superman II. En esta cronología, Kal-El llega a la Tierra en 1969. En junio de 1996 hace su primera aparición pública. En mayo de 1997 se produce la trama de los misiles que conocemos de la primera película, pero aquí no hay viaje en el tiempo: Superman logra expulsar uno de los cohetes al espacio y, aunque el segundo impacta, consigue reducir los daños. En enero del 2000 se descubren los restos de Krypton y Kal-El parte en su viaje interestelar. Finalmente, en septiembre de 2006 regresa a la Tierra, dando inicio a la historia que vemos en la película.


Recuerdo el ir a los Multicines de Guadalajara como un momento único. La espera de tantos años había merecido la pena. Desde la primera nota musical hasta la última imagen, supe que estaba ante una película hecha con respeto absoluto al mito. Brandon Routh lo dijo años después: «La película fue asombrosa. Me puso donde estoy hoy en día. Le debo prácticamente todo a aquella oportunidad, y estoy realmente agradecido por ello».

Fotografía firmada por Brandon Routh perteneciente a mi colección.

Las críticas de la época reflejaban una dualidad. Señalaban que los personajes estaban tratados con reverencia y respeto, que la historia era significativa y conectaba con el espectador. Pero se advertía que no movía el género de superhéroes hacia adelante, se quedaba en un contexto clásico. Para mí, ese clasicismo es precisamente su mayor virtud. Sí, para ser una película de cómic tiene un ritmo pausado, pero creo que es lo que la convierte en un homenaje solemne más que en una cinta de acción desenfrenada. Uno de los aspectos más fascinantes es la metáfora religiosa que recorre la película. Jor-El habla de su único hijo enviado para iluminar a la humanidad, recordando la figura de Jesús. Superman es representado como un ser superior que flota sobre la Tierra, escuchando el dolor del mundo sin intervenir en su libre albedrío. Martha Kent (Eva Marie Saint) abrazando a su hijo desmayado recuerda a La Piedad de Miguel Ángel, la puñalada de kryptonita en su costado remite a la lanzada de Cristo, su caída con los brazos abiertos en cruz es una clara imagen de crucifixión, su parada cardiaca y posterior entrada en coma, para después despertar equivalen a la resurrección, y el final, con la promesa a Lois de que siempre estará por aquí antes de ascender a los cielos, redondea esta simbología.



La película recaudó 391 millones de dólares en todo el mundo frente a un presupuesto de 270 millones. Fue un moderado éxito, aunque no el bombazo esperado. Spider-Man había recaudado 821 millones en 2002, Spider-Man 2 alcanzó 783 millones en 2004, X-Men 2 superó los 400 millones en 2003 y Batman Begins llegó a 371 en 2005. Superman quedó en un término medio: rentable, pero por debajo de las expectativas. La secuela anunciada para 2009, Superman Unleashed, nunca llegó a rodarse. Sin embargo, pudimos volver a ver  una historia conclusiva de esta versión del kryptoniano en el crossover de Crisis en Tierras Infinitas del Arrowverse, con aspectos inspirados en el cómic de Kingdom Come.

Brandon Routh interpreta de nuevo al Superman de Tierra-96.

Para acompañar el estreno, DC lanzó una miniserie de cuatro cómics precuela titulada Superman Returns Prequel, publicada semanalmente en junio de 2006. Escritas por Bryan Singer, Michael Dougherty y Dan Harris, adaptadas por guionistas y dibujantes del medio, cada entrega se centraba en un personaje distinto: Krypton y el viaje de Kal-El, Martha Kent, Lex Luthor y Lois Lane. Aunque fueron criticados por aportar poca información nueva y por su inconsistencia gráfica, añadieron matices emocionales y dieron contexto al vacío de cinco años que marca la película. Para coleccionistas y fanes, siguen siendo piezas interesantes que completan la experiencia.

De izq. a drcha.: Dan Harris, Bryan Singer y Michael Dougherty.


Superman Returns no fue la revolución que algunos esperaban, pero sí un regreso lleno de reverencia, símbolos y emociones. No hay ningún intento de inclusión forzada, se respetó a los personajes clásicos sin alterarlos por moda ni por imposición externa. Esa fidelidad refuerza el aire atemporal y reverente que caracteriza a la película. Es cine contemplativo, más preocupado por honrar el legado de Donner que por competir con los superhéroes modernos. La proyección en Fuenlabrada de la que os hablaba al principio, y que podéis visionar en este enlace, nos recordó que esta película a pesar de sus críticas, se ha convertido en un clásico moderno. Superman volvió, y lo hizo como debía: con grandeza, con sacrificio y con esperanza.

Mi valoración: 7 sobre 10.

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