Cuando pensamos en las películas clásicas de Superman protagonizadas por Christopher Reeve, inmediatamente recordamos la épica banda sonora compuesta por John Williams. Sin embargo, existe otro apartado musical mucho más discreto y fascinante: las canciones populares que suenan de fondo, que tararean los personajes o que aparecen en escenas eliminadas de la tetralogía clásica entre 1978 y 1987.
Más allá de las fanfarrias heroicas, pequeñas joyas musicales acompañan momentos importantes de la saga, dotando a cada escena de un matiz especial. Hoy repasamos esta banda sonora «oculta» y compartimos algunas curiosidades que quizá no conocías.
En Superman: The Movie (1978) encontramos varios ejemplos. Una de las primeras canciones que suenan es «(We're Gonna) Rock Around the Clock» de Bill Haley, que escuchamos en la radio del coche de los compañeros de Clark Kent joven cuando se burlan de él en Smallville. La canción, símbolo de la rebeldía juvenil de los años cincuenta, refuerza el contraste entre el tímido Clark y sus despreocupados compañeros.
Más tarde, «Only You» de The Platters suena en la habitación de Clark mientras duerme, justo antes de que el módulo de energía kryptoniano escondido en el granero comience a emitir su llamada. Este tema melódico refuerza la atmósfera de inocencia y paz que envuelve la vida en Smallville, antes de que Clark descubra su verdadero origen.
En una escena eliminada de esta película, Lois Lane conduce su coche por el desierto de California mientras suena «Give a Little Bit» de Supertramp. El director Richard Donner, gran admirador del grupo británico, quiso incluir su música como un pequeño homenaje personal. Curiosamente, la portada del álbum Crime of the Century de Supertramp, donde se ven unas manos atrapadas en el vacío estelar, guarda un inquietante parecido visual con la representación de la Zona Fantasma en la película.
Otra escena eliminada especialmente interesante muestra a Lex Luthor tocando al piano «You Must Have Been a Beautiful Baby» de Harry Warren. Mientras interpreta esta inocente canción, Lex planea asesinar a la señorita Teschmacher por haber traicionado su plan. Es un momento de humor negro muy propio del tono que Donner quiso imprimir al personaje, mezclando amenazas con un sarcasmo musical brillante.
En Superman III (1983), el regreso de Clark a Smallville está lleno de recuerdos musicales. Durante el baile de antiguos alumnos, suenan dos clásicos: «Roll Over Beethoven» en la versión de The Beatles y «Earth Angel» de The Penguins. La elección de la canción de los Beatles no es casual. Richard Lester, director de Superman III, ya había trabajado estrechamente con el grupo británico en los años sesenta, dirigiendo sus célebres películas ¡Qué noche la de aquel día! (A Hard Day’s Night) y ¡Socorro! (Help!). Esta conexión histórica explica su afinidad por incluir temas de la banda de Liverpool en sus proyectos cinematográficos posteriores. Ambas canciones ayudan a crear una atmósfera nostálgica, evocando los años dorados de la juventud de Clark y su relación con Lana Lang.
En ese mismo filme, Smallville organiza un homenaje a Superman tras salvar al pequeño Ricky Lang. Durante el acto suena «King Cotton March» de John Philip Sousa, una marcha patriótica que resalta el orgullo tradicional de la América profunda, asociando a Superman con los valores rurales de su tierra adoptiva.
También en Superman III, en una de las escenas más recordadas del Superman malvado, escuchamos «Comme Facette Mammeta», interpretada por un vendedor callejero en la plaza de la Torre de Pisa. Mientras suena esta típica canción napolitana, el Superman corrompido decide enderezar la Torre, causando el desconcierto de los turistas y de los vendedores de recuerdos. Es un momento cómico que utiliza la música para reforzar el contraste entre la tranquilidad cotidiana y el caos sembrado por el héroe caído.
En Superman IV: En busca de la paz (1987) encontramos otras curiosidades musicales. En el espacio exterior, un cosmonauta tararea «My Way» de Frank Sinatra mientras realiza tareas de mantenimiento en su nave, poco antes de que Superman intervenga para salvarlo. La elección de esta canción, que habla de la dignidad personal frente al destino, añade una capa de humanidad al personaje anónimo y refuerza la idea de Superman como protector universal.
Por otro lado, al comienzo de la misma película, vemos a Lex Luthor cumpliendo condena en una cantera. Mientras pica piedra, Lex silba despreocupadamente «Eine Kleine Nachtmusik» de Mozart, mostrando su arrogancia y desprecio incluso en prisión. Esta pequeña escena nos recuerda que Lex siempre se considera superior, esté donde esté.
Finalmente, durante la fuga de Lex organizada por su sobrino Lenny, suena «Whole Lotta Shakin' Goin' On» de Jerry Lee Lewis desde el estrafalario Cadillac El Dorado de 1976 que conduce Lenny. El espíritu desenfadado del primer rock and roll encaja a la perfección con el carácter rebelde, exagerado y caótico de este nuevo personaje.
Estas canciones, aunque discretas, no son elecciones casuales. Cada una aporta matices adicionales a las escenas en las que aparece y ayuda a construir una atmósfera más rica y detallada para los personajes. Muchos de estos detalles demuestran que las películas de Superman no sólo cuidaron los grandes momentos heroicos, sino también los pequeños gestos humanos y cotidianos.
Así que la próxima vez que vuelvas a ver la tetralogía clásica de Superman, afina el oído. Entre fanfarrias y vuelos épicos, hay también canciones de rock, baladas románticas y marchas militares que cuentan su propia historia silenciosa en el universo del Último Hijo de Krypton.
¿Conocías estas canciones? ¿Tienes alguna favorita? ¡Te leo en los comentarios, kryptoniano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario